Ana Karenina llega a Moscú desde San Petersburgo, donde vive con su marido y su hijo, para normalizar las tensas relaciones entre su hermano Oblonsky y la mujer de este, Dolly, que ha descubierto la infidelidad de su esposo. La intervención de Ana Karenina resulta claramente positiva, pero durante su estancia en Moscú asiste a una fiesta en la que tendrá un encuentro que le va a crear nuevas complicaciones.